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Ejercicio Físico

Los beneficios de la práctica de ejercicio durante todo el proceso asistencial del cáncer están respaldados por una evidencia sólida y cada vez mayor. Sin embargo, se deben tener en cuenta diversos factores para incorporar programas de ejercicio eficaces a la práctica clínica habitual.

El ejercicio físico reduce hasta un 30% el riesgo de desarrollar cáncer de mama, y, además, disminuye la mortalidad en pacientes con diagnóstico previo. La realización de ejercicio físico durante el tratamiento oncológico mejora la capacidad cardiorrespiratoria y disminuye algunos efectos secundarios asociados al tratamiento, como la astenia, ansiedad o las artromialgias.

La práctica regular de ejercicio aeróbico y de resistencia debería recomendarse a los pacientes sometidos a tratamientos contra el cáncer, dado que se ha relacionado con incrementos de la capacidad cardiorrespiratoria, la reducción de la fatiga y la mejora de los resultados percibidos por el paciente.

Los estudios y guías recomiendan de forma global en pacientes con cáncer ,al menos 3 sesiones semanales entre 30 y 40 min de ejercicio cardiovascular con actividades a intensidad entre el 60 y el 85% de la frecuencia cardiaca máxima; Las rutinas de fuerza aconsejadas son de 30-40 minutos semanales al 60-80% de la capacidad muscular máxima. Es fundamental evitar las altas intensidades y respetar los periodos de descanso.



Efecto Secundario

Ejercicio Físico 

Mecanismo de respuesta


Limitación corporal(movilidad hombro, tirantez axila)

Movimientos articulares suaves y estiramientos


Entrenamiento progresivo de fuerza muscular de tren superior e inferior

Mejora la extensibilidad de los tejidos y favorece el rango normal de movilidad, evitando contracturas musculares y alteraciones en la mecánica del hombro.

El ejercicio de resistencia aumenta la fuerza muscular, mejora el rango de movimiento y disminuye la grasa corporal y los niveles de inflamación sistémicos

Linfedema

Estiramientos

Ejercicio de resistencia

Mejora la extensibilidad de los tejidos y mejora la percepción de pesadez, dolor.

El sistema linfático subfascial mejora con el ejercicio de resistencia y la fuerza muscular

Disfunción cardiaca

Ejercicio aeróbico

Ejercicio de resistencia

Reducción global de la inflamación

Aumenta la capacidad cardíaca y la fuerza del músculo cardíaco

Aumento de peso

Ejercicio aeróbico

Ejercicio de resistencia

Aumenta el gasto calórico y metabólico.

Aumento de la masa muscular, previniendo la sarcopenia /obesidad

Pérdida de masa ósea

Ejercicio de resistencia de la parte superior del cuerpo y ejercicio aeróbico de impacto

El ejercicio de resistencia e impacto promueve la regeneración ósea disminuyendo los niveles de osteoporosis

Fatiga relacionada con cáncer

Combinación de ejercicio aeróbico y fuerza

De intensidad moderada a alta, puede mejorar y reducir la percepción de fatiga, debido a la mejora de la masa muscular, la reducción de la inflamación global y el aumento de la capacidad cardiovascular

Deficiencias cognitivas

Ejercicio aeróbico


Mejora la plasticidad cerebral

Problemas psicológicos

Ejercicio grupal y guiado

El entrenamiento con personas en la misma situación puede reducir estos efectos secundarios


Lo cierto es que son muy pocos los centros sanitarios que cuentan con unidades o programas multidisciplinarios dedicados al ejercicio en oncología y los profesionales sanitarios deberían ser capaces de identificar qué pacientes con cáncer pueden practicar ejercicio sin supervisión y cuáles necesitan una atención y monitorización específica.

 

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Tomada del Documento de posicionamiento de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) sobre Ejercicio físico y cáncer.